jueves, 26 de noviembre de 2009

La motivación de aprender


UNIVERSIDAD DE PADRES.
Madrid | Noviembre 2009 | Equipo UP



Motivacion de Aprender. Una de las quejas más frecuentes de los padres es: “Mi hij@ es un mal estudiante”, “A mi hij@” no le gusta estudiar”. Ser buen estudiante es algo que tranquiliza a los padres, porque piensan que si los estudios van bien, todo va bien. Esto no es del todo verdadero, porque la experiencia nos dice que muchos malos estudiantes acaban siendo personalidades triunfantes y excepcionales, pero, para evitar pecar de optimistas, en UP deseamos que a vuestros hijos les guste aprender. Nos parece que es uno de los grandes recursos que conviene fomentar, y nos esforzamos en investigar sobre este asunto, para poderos dar consejos útiles.


Os vamos a proponer un juego. Queremos someteros  a una prueba semejante a la que soportan nuestros hijos o alumnos. Puesto que comprendemos la palabra “aprender”, tenemos que saber lo que significa. ¿Nos lo podríais explicar? No somos unos sádicos al imponeros este esfuerzo. Lo que pasa es que en UP estamos convencidos de que pensar y aprender son experiencias maravillosas, que todos tenemos  que disfrutar. Ser padres o ser docentes supone estar dispuestos a aprender siempre. Nosotros, desde luego, estudiamos mucho, y eso nos hace sentirnos afortunados. Nos gustaría que os sintierais realmente universitarios: rejuvenecidos, animosos, y dispuestos a comeros el mundo. UP es una comunidad de aprendizaje.


Os daremos nuestra definición. Aprender es guardar en la memoria información o experiencias que van a determinar nuestra conducta futura. Aprendemos contínuamente sin darnos cuenta. También lo hacen los animales. La gran diferencia es que los seres humanos podemos decidir lo que queremos aprender, y la forma de lograrlo es  ESTUDIANDO. Lo que deseamos es que nuestros hijos no se conformen con el aprendizaje pasivo de la experiencia, sino que deseen aprender más, que sean curiosos, exploradores, investigadores. A partir de ahí, estudiarán sin darse cuenta de que lo están haciendo. Rousseau, un personaje que influyó mucho en la educación europea y cuyo perfil podéis encontrar en la Wikipedia, escribió: “Dad al niño el deseo de aprender y cualquier método será bueno”.


 Los niños son curiosos y debemos fomentar esa curiosidad. ¿Habéis visto con qué atención observan a las hormigas o con qué insistencia os preguntan? ¿Para qué iban a preguntar si no quisieran aprender? Los problemas surgen al llegar a la escuela, porque entonces deben aprender cosas que los adultos consideramos imprescindibles, pero que resultan aburridas para ellos. ¿Cómo resolver este problema? En primer lugar, preguntando a los que lo han sabido resolver, es decir, a los niños que estudian. ¿Por qué lo hacen?
  •  Porque les gusta, es decir, les encanta aprender.
  •  Porque quieren tener contentos a su maestro y a sus padres.
  • Porque se dan cuenta de que progresan y disfrutan con ello.
  •  Porque están acostumbrados a cumplir con su deber, y saben que estudiar es su obligación.
  •  Porque sus amigos estudian.
  • Porque han adquirido el hábito de hacerlo.
  • Porque temen el castigo.
  • Porque estudiar no les exige demasiado esfuerzo.
  • Porque tienen una vaga idea de la utilidad para el futuro.
  • Porque reciben algún tipo de reconocimiento cuando sacan buenas notas.

Este es un buen decálogo que puede ayudarnos a hacer que nuestro niñ@ estudie. Los padres pueden hacer mucho para conseguirlo. No hace muchos años, en EEUU se comprobó que los alumnos de padres orientales obtenían una puntuación mayor en los test de inteligencia que los nativos estadounidenses. Al investigar la razón, se descubrió que los padres de inmigrantes orientales estaban más pendientes de los estudios de sus hijos, y les exigían más que los padres americanos, y  eso influía no sólo en los resultados académicos, sino en los test de inteligencia.


 Sin embargo, tenemos que admitir que la escuela tiene un papel también decisivo en el fomento de la motivación de estudiar. Una vez más se constata que es necesario que familias y escuela trabajen juntos. Pero en la UP nos ocupamos fundamentalmente de vosotros, los padres, y por eso, como podéis comprobar, proporcionamos muchos consejos, adecuados a cada edad,  para fomentar en vuestros hijos este gran recurso: el deseo de aprender. Para lograrlo, también intentamos que vosotros experimentéis esa misma motivación. Os sentiréis vivos, realizados, capaces. Ya sabéis lo que pensamos: educar a un hijo es una estupenda oportunidad para desarrollaros vosotros.

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