jueves, 12 de agosto de 2010

La OIT alerta de que el desempleo entre los jóvenes ya alcanza niveles históricos

La OIT alerta de que el desempleo entre los jóvenes ya alcanza niveles históricos  (Imagen: ARCHIVO)
  • El dato es del 13% en todo el mundo, tasa de paro que España triplica.
  • Los economistas de la OIT ya hablan de "generación perdida".
  • De 620 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, 81 están desempleados.


El desempleo juvenil alcanzó niveles históricos a causa de la crisis económica global, con una tasa mundial del 13% en 2009 y la perspectiva de que aumente este año, según informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT). "Los jóvenes ya no saben dónde ni cómo buscar empleo", dijo Steven Kapsos, economista de la Unidad de Tendencias de Empleo de la OIT en Ginebra, donde se presentó el Informe sobre Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010 con ocasión del lanzamiento del Año Internacional de la Juventud de Naciones Unidas. La situación en España es aún peor, ya que la tasa de desempleo juvenil -de acuerdo con los últimos indicadores económicos- está en torno al 40%, es decir, triplica la mundial, y es la más alta de la UE.

Los jóvenes ya no saben dónde ni cómo buscar empleo, dice un economista Según el informe, de los 620 millones de jóvenes económicamente activos en el mundo entre 15 y 24 años, 81 estaban desempleados a finales del 2009, el número más alto de la historia. En porcentaje, el desempleo juvenil aumentó de 11,9% en 2007 al 13% en 2009, y la OIT prevé una subida de hasta el 13,1% para finales de año. Los agoreros pronósticos no mejorarán hasta el 2011, año en que se espera que el paro juvenil descienda al 12,7%. Son las mujeres jóvenes quienes tienen más dificultades para encontrar empleo: en 2009 su tasa de desempleo fue del 13,2% frente al 12,9% de la tasa masculina.

Un grupo de jóvenes "que se excluye del mundo laboral"

El desalentador escenario hace que ya se hable de la "generación perdida", que denomina al "grupo de jóvenes desanimado que, después de una larga y frustrada búsqueda de empleo, se excluye del mundo laboral", explicó Sara Elder, economista de la OIT. Estas tendencias acarrearán "importantes consecuencias para los jóvenes a medida que nuevos candidatos que ingresan al mercado laboral se sumen a las filas de los desempleados", señala el informe.

Según el estudio, en las economías en desarrollo la juventud es más vulnerable al desempleo y la pobreza En suma, un legado de la crisis mundial que se percibe en las economías desarrolladas, y en algunas emergentes, en términos de aumento del desempleo y de riesgos sociales asociados con la inactividad prolongada. Según el mencionado estudio, en las economías en desarrollo -donde vive el 90% de los jóvenes- la juventud es más vulnerable al desempleo y la pobreza, por lo que la crisis se traduce en menor cantidad de horas trabajadas y en reducción de salarios para los pocos que pueden mantener un empleo formal.

Uno de cada cuatro que trabaja permanece pese a todo en la pobreza

"Los jóvenes de los países en desarrollo se emplean en actividades poco o nada remuneradas y se hacen cada vez más vulnerables", destacó Elder. En consecuencia, 152 millones de jóvenes -cerca del 28% de todos los jóvenes trabajadores en el mundo- trabajaron en 2008 pero permanecieron en la pobreza extrema al disponer de menos de 1,25 dólares al día. "El resultado es que el círculo de la pobreza laboral persistirá, al menos, otra generación", dijo Kapsos.

Por su parte, la Unión Europea registró un aumento del 4,6% del desempleo juvenil en 2009, su mayor subida de la historia, y especialmente acentuada en países como España y Reino Unido, donde la crisis golpeó de forma especial al sector juvenil.

Desaprovechar el potencial de los jóvenes es un desperdicio A pesar de que "no existen recetas inequívocas" para superar este problema, afirmó Elder, la OIT recomienda a los gobiernos que no dejen de invertir en educación y que generen políticas de inserción laboral para los jóvenes. En vistas a superar este bache laboral, la OIT exhortó a los gobiernos "aprovechar" la crisis para evaluar las estrategias que hagan frente a la desventaja laboral de los jóvenes, así como impulsar programas que combinen políticas educativas y laborales. "Los jóvenes son el motor del desarrollo económico, desaprovechar este potencial es un desperdicio económico que puede menoscabar la estabilidad social", concluyó Kapsos.

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