domingo, 14 de diciembre de 2008

APRENDER A ESTUDIAR



El primer requisito para triunfar en el estudio es querer estudiar, pero también es imprescindible saber estudiar. Desde este monográfico queremos ofrecer a vosotros, padres, unos consejos para que nuestros hijos mejoren el rendimiento escolar.

  • Desarrollar en ellos hábitos saludables (como dice la máxima latina “mens sana in corpore sano”): practicar ejercicio físico, descansar suficientemente, tener una alimentación equilibrada (no olvidar nunca el desayuno), cuidar la visión.

  • Disponer de un lugar de trabajo. A ser posible siempre el mismo. Tiene que reunir condiciones óptimas: silla recta para mantener la posición erguida y evitar lesiones de espalda, mesa rígida, con los materiales de consulta a mano y ordenados, estantería, tablón de notas para horario y recordatorio, buena iluminación (luz natural por la izquierda y lámpara o flexo de bombilla azul), buena ventilación y temperatura adecuada, hay que estar concentrados y sin distracciones (TV, radio, ruidos exteriores o distracciones visuales). El tiempo hay que aprovecharlo cuando se estudie.


  • Programar las sesiones de estudio. No es conveniente estudiar después de las comidas porque produce somnolencia. No hay que limitarse sólo a hacer los deberes, sino también a estudiar. Hay que empezar a estudiar la asignatura que no requiera mucho esfuerzo, luego una difícil y terminar con una fácil. También hay que descansar, pero en tiempos cortos. La cantidad de tiempo que se deberá dedicar al estudio depende de la edad, de las tareas, de las materias o exámenes que nuestros hijos tengan. Nunca el estudio de un examen se dejará para el último día, pues pueden surgir imprevistos. Los deberes son necesarios, pues suponen un refuerzo de lo aprendido en clase y así se asimilarán más los conocimientos adquiridos. Nuestros hijos no deben abandonar la lectura diariamente y, siempre, que sea comprensiva.

  • Disponer de un método de estudio. Ofrecemos aquí alguno:

1º Una toma de contacto o exploración (es decir, echar un vistazo rápido a lo que haya que estudiar para situarse en el contexto).

2º Una lectura comprensiva o lectura profunda utilizando el subrayado, distinguiendo en cada párrafo lo principal de lo secundario, consultando en el diccionario las palabras desconocidas, realizando esquemas o resúmenes.

Recitar lo aprendido al terminar cada capítulo, que hace potenciar la memoria y mantener el interés y la atención.

Repasar para no olvidar. Para ello pueden leerse los resúmenes o esquemas.

¿Qué es?



o El subrayado es una técnica que consiste en localizar las palabras o frases que contienen lo fundamental del texto. Debe subrayarse después de la segunda lectura y siempre a lápiz.

o El esquema debe expresar las ideas de manera breve, clara y concisa. Tiene que captarse de un golpe de vista. Se escribe el título o idea general del tema, se localizan las ideas principales siguiendo el subrayado, se anotan las palabras claves y luego, se añaden los detalles que se consideren necesarios. Los más sencillos son los de llaves y el mapa conceptual.

o El resumen es breve, y recoge las ideas fundamentales y los datos importantes, enlazando las ideas con puntos y seguidos. Debe ser personal.

o También pueden hacerse anotaciones marginales en los párrafos con las ideas principales.

o La memorización es también muy importante para el proceso de aprendizaje, y hay que desarrollarla. Existen numerosas técnicas (formar acrósticos, asociar a ideas, inventar historias, memoria visual...)

o Para completar contenidos podemos utilizar los portales educativos, y toda la información de Internet.


En nosotros también está la tarea de ayudar a nuestros hijos a crecer y aumentar la eficacia en el estudio. Podemos colaborar con ellos con estas orientaciones y nuestra vigilancia en estos aspectos educativos. ¡Ánimo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario